No Me Crean

Name:
Location: Santiago, Metropolitana, Chile

Sólo puedo decir que soy un buen amigo, buen hijo, responsable, fanático del Colo, del tinto, la chela, las mujeres y los libros. Soy buena onda, pero si me buscas me encuentras!

Sunday, December 10, 2006

Hasta que un día murió


Se murió el ex dictador. Vaya cosa! Muchos esperaban este momento para celebrar alborozados. Otros, como yo, simplemente esperábamos ver pasar la muerte del asesino y ladrón de una manera un tanto, digamos, discreta para no darle tanto realce. Pero lo que ocurrió hoy en las calles de Santiago y otras ciudades del país fue simplemente único, notable. Me dí cuenta de que no había que quedarse abajo de un día tan imponente y salté a la calle no más. Y me encontré con una jornada memorable. Eso hasta que los infaltables incidentes nos aterrizaran una vez más.

Al enterarse de la noticia, miles de personas se lanzaron a las calles, sobre todo en el sector de Plaza Italia, a celebrar como si la selección hubiese ganado la Copa del Mundo o como si el equipo de Copa Davis hubiera levantado la Ensaladera de Plata. El entusiasmo y fervor con que se celebró la muerte del ex dictador para muchos fue una sorpresa, pero hay que tener en cuenta que Pinochet es uno de los personajes más odiados del país y que su muerte vendría a coronar el fin del miedo que por tantos años nos mantuvo prisioneros.

La alegría era total. Mientras algunos saltaban, cantaban y agitaban banderas de Allende, el "Ché" Guevara, la DC, el PS, el PC, el MIR y otras de Chile o Cuba, algunos quizá menos politizados simplemente se abrazaban saltando al son del mítico "el que no salta es Pinochet". Automovilistas se plegaron de inmediato al jolgorio popular, algunos tocando la bocina como poseídos, otros acompañados de sus familias enarbolando banderas chilenas. Poco a poco la Alameda se fue llenando de gente que quería ser partícipe de la que puede ser última manifestación multitudinaria contra el criminal rastrero.

Las botellas de champaña se descorchaban en todas las esquinas, mientras cada vez se sumaba más gente a la calle. A esas horas aún no se sabía que el gobierno le había hecho mansa tapa a los pasteles que todavía defienden al wea y que querían nada menos que duelo oficial y honores de Estado. A un dicatdor darle honores de Estado??? Serán...

Una columna avanzó hacia la Plaza de la Ciudadanía donde poco a poco la multitud fue llenando los espacios, obligando a suspender el tránsito. Carabineros custodiaban La Moneda y gente de todos los tamaños, edades, colores, tribus urbanas y equipos de fútbol dedicaban sus mejores deseos a Pinochet y su gente, en especial a "la Vieja" en su cumpleaños.

Era una fiesta. Los rostros sólo reflejaban alegría, no pena ni dolor. Y si pudo haber existido algun sentimiento de este tipo no hubiera sido por el bestial ex militar, sino por el hecho de que se haya ido sin ser juzgado y condenado. Las palabras del escritor uruguayo, Mario Benedetti, fueron claras al respecto: "La muerte le ganó a la justicia". Sin embargo, más allá de constatar una verdad irrefutable como ésta creo que los chilenos que detestamos al viejo ya estabamos hartos de él y su vomitible figura. Su muerte era esperada por muchos no para cagarse de la risa en su cara -cosa inevitable y además legítima si consideramos de quién estamos hablando- sino porque porfin pasó a la historia, ya no webeará más con sus cumpleaños mamones y sus lacayos de opereta pasarán, por fin, a hacer sus escándalos y odiosidades en lugares privados. Quizá debamos soportar unos cuantos días más a las viejas histéricas y odiosas y a los seudo nazis perrochetistas que armarán jarana en la semana en que los desperdicios, digo, los restos del viejo sean cremados. Pero, ánimo muchachos, sólo serán unos días más y la tracalada de weas se irá a sus casas para no asomar sus mugrosas narices nunca más.

Por eso creo que la gente salió a celebrar. Porque ya se fue. Porque EL se acabó. Porque no habrá más romerías de viejas menopáusicas, porque ya no habrá más apariciones teatrales del cerdo asesino . Por eso la alegría.

Pero eso no significa que las verdades dejen de buscarse. La historia no es la única que deberá juzgar a Pinochet, sus secuaces y su desastroso, vergonzoso y sangriento régimen. Nada está olvidado, nadie está olvidado. Y aunque el hedor de su figura y la aureola de maldad de su estampa de asesino y ratero cada vez se sientan menos nada debe impedir que Chile sepa finalmente los horrores cometidos en los últimos 36 años. Horrores de asesinados, desaparecidos, torturados, exiliados, de derechos laborales destruídos, de una salud y educación reducidas a mero "producto de mercado", de apropiación indebida de los recursos del Estado, de venta a precio de huevo de las empresas públicas, de una economía que consagró la desigualdad.

Te fuiste, viejo de mierda, pero nada está dicho aún. La verdad espera dar su mazazo final. Y será tu figura la que sufrirá el peor golpe.

Palabra que así será.

Tuesday, November 21, 2006

Colo-Colo a la final de la Sudamericana... VAMOS, CACIQUE, MIERDA!!!!!

Y ya está! Y ya fue! Y Colo-Colo lo logró otra vez!! Con esa mística propia de los elegidos, con ese fútbol propio de un técnico como Borghi, con ese talento propio de un grande como Matías Fernández. El Colo-Colo del nuevo siglo está a 90 minutos de su gran campanazo. ¿Podrá lograrlo? Tranquilos, ya habrá tiempo de eso, por ahora disfrutemos el triunfo sobre el Toluca.

Grande Terremoto.
Colo-Colo en el primer tiempo vivió de todo. Jugó mal, fuera de la lógica que lo ha caracterizado en este historiado año 2006, levantando la pelota, perdiendo todos los mano a mano, no pudiendo salir, en fin. Así y todo se dio maña para ir al frente y aprovechar -como anticipó Borghi- los espacios que dejaba el Toluca en su afán de convertirse en finalista. Lo tuvo Alexis Sánchez -que terminó reventado- a poco andar el duelo pero el venezolano Brand, de discreto desempeño, no aplicó la ley de ventaja y el Albo se perdía una ocasión de oro. Pero bastó que el Popular siguiera machacando para que el mismo "Toco" Sánchez apilara a cuatro, arquero incluído, a la entrada del área roja, cediera atrás y Matías la empujara adentro. 0-1.

Ahí se perdió Colo-Colo, que empezó a levantar la bola para tratar de matar de contra vía rápida, encontrandose con el pressing de los mexicanos y perdiendo muchos balones en la salida. Vicente Sánchez, el charrúa, volvió loco toda la noche al "Celia Cruz" Vidal y la portería Alba comenzó a ser visitada por Marioni y compañía.

Pero ahí apareció Sebastián Cejas. Si a alguien todavía le causaba duda el argentino hoy esas inquietudes deben haberse disipado. "Terremoto2 jugó su mejor partido desde que llegó a Colo-Colo luego de jugar en Italia defendiendo a la Fiorentina, el Empoli, el Atalanta y otros clubes. Si el primer tiempo terminó a favor de los nuestros fue en gran parte gracias a él. Dos tapadas magistrales a Zinha -gran valor- y Marioni a boca de jarro consagraron definitivamente al hombre. Colo-Colo sufría los embates del Toluca pero su solidez atrás mantenía la bandera Alba al tope.

Grande Matigol, carajo!
El segundo tiempo se pintó con calco. Toluca, desordenado y todo, atacaba y el Cacique se defencía no más, sin poder dar dos pases seguidos y sintiendo el peso de la altura. Pero, tal como ocurrió con la "U", apareció el sello distintivo de los equipos con categoría, el sello de los grandes que se distinguen de los simplemente buenos. Tiro libre a 25 metros de la portería de Cristante, situación idéntica a la del primer gol del "Eterno" ante el Alajuelense. Matías Fernández se para frente a la bola y la clava en el palo derecho del golero argentino de los "Diablos Rojos". Golazo histórico para Colo-Colo y los boletos a la final de la Sudamericana 2006, que en cada edición tiene su vedette. Ya lo fue el San Lorenzo de Pellegrini el 2002, el Cienciano peruano el 2003, Boca y el Bolívar de La Paz en 2004 y los "Xeneizes" de Basile solitos el año pasado.

Colo-Colo se calmo, se tranquilizó y a partir de entonces comenzó a jugar como de costumbre. Tocando, hilvanando jugadas y desesperando al rival que, impotente, ya no podía hacer mucho salvo desesperarse como al término del partido que pone al "Eterno Campeón" en una nueva final de un torneo internacional.

Colo-Colo hizo historia ya, pero quiere que ésta tenga su broche de oro. Ahora el Popular debe vencer al Pachuca, también de México o a Atlético Paranaense de Brasil para cerrar uno de los años más gloriosos en la historia de un club glorioso.

¿Seguirán los chaqueteros de siempre, sobre todo los de la UC, diciendo que Colo-Colo sólo enfrentó a equipos piñufla? Toluca, 8 veces campeón de México, no es tan penca. No tanto como Alianza Atlético, de Sullana, o el DC United de Estados Unidos, digo yo. En fin, ¿qué importa lo que piensen ellos?

Colo-Colo ya entró en los anales de la historia dorada de nuestro fútbol. Con un fútbol a la colocolina, siempre al frente, siempre con garra y si es con técnica, mejor. Con un técnico de lujo, un jugador de otro mundo, un goleador de fuste y ahora con un candado en el arco. Queda la última estación del recorrido. Estación que, estoy seguro, será la más bella y acogedora de todas.

Salud, Cacique, y vamos por la Sudamericana!!!

Monday, November 20, 2006

Colo-Colo: A 90 minutos de hacer historia

Hoy puede ser un día histórico para el fútbol chileno: Colo-Colo está a 90 minutos de inscribir una vez más, y como tantas veces su nombre en los anales del peloteo chilensis de dejar en el camino a los mexicanos del Toluca e instalarse en una final internacional. Después de 15 años. Desde la mítica Libertadores del '91.

Nada menos.

Y al igual que el equipo de Jozic, el Cacique modelo 2006 bajo la batuta de Claudio Daniel Borghi tiene cositas que lo hacen ser único y, para muchos, el principal candidato a llevarse la Copa Sudamericana. Lo primero es justamente Borghi. El Bichi, que brindó talento en cantidades industriales cuando jugaba, es un apasionado del fútbol ofensivo, bien jugado, de exquisita técnica y ajeno a filosofías de cartón tipo "biotipo". Lo de Borghi es saber con qué jugadores se cuenta y hacerles sacar brillo. Así, no tiene empacho en parar una línea de tres en defensa y con dos hombres en el quite en el medioterreno. ¿Fútbol ofensivo? Seguro, el tema es que en el fútbol la disposición táctica es sólo un acercamiento a una realidad más compleja.

Veamos por qué.
En primer lugar no hay que creerse mucho el cuento de los dos hombres de quite, en este caso Rodrigo Meléndez y Arturo Sanhueza. Mientras "Kalule" juega un par de metros más retrasado, cubriendo las espaldas de Sanhueza y apoyando a los laterales, el "Rey Arturo" es el principal socio en medioterreno de Matías Fernández. El penquista no sólo roba balones, corretea y te baja cuando corresponde sino, además, crea fútbol, apoya al Mati y es un constante agente ofensivo. Pirlo, Vieira y Makelele son espejos del juego del rudo volante. Por las bandas, Fierro, Ormeño, Vidal o Jerez son hombres de probada calidad ofensiva, rápidos, de buen trato al balón, maduros para el juego de conjunto y, además, rendidores físicamente. Esto último les permite sumarse a labores de quite a pesar de no ser reales perros de presa, salvo Vidal que en rigor es defensa central.

Ahí, en el mediocampo, Colo-Colo tiene de todo. Técnica, velocidad, quite, correteo, proyección por las bandas, juego de conjunto, etc. Si a eso le sumamos la calidad inagotable de Matías Fernández y la contundencia de un hábil "Chupete" Suazo podemos empezar a entender por qué el Albo está donde está.

¿Dudas?
Durante el año que vivimos cierto sector del periodismo ha "encontrado" la falencia del Popular en la defensa. Punto para los "ágiles" es que efectivamente de tres cuartos de cancha hacia atrás Colo-Colo no se ve tan firme como adelante, pero de ahí a que la defensa sea un flan... El Colo quizá perdió seguridad aérea con la partida de Claudio Bravo, pero Sebastián Cejas -Terremoto para los amigos- tiene otras virtudes. Seguridad, don de mando, ubicación, buen achique. Si bien es cierto si juego aéreo no es de los mejores, el argentino ex Fiorentina logra salir airoso la mayoría de las veces. Además, en los penales la lleva. Huachipato y la UC saben de lo que hablo.

La defensa propiamente tal de Colo-Colo nunca ha jugado como el "parrillero" quiere. Simplemente porque su pieza principal, Miguel Riffo, tiene un problema crónico en su pierna derecha, como sabemos. El morocho defensor es, por su calidad, técnica, seguridad, velocidad y juego aéreo, el líbero natural del equipo, pero Borghi no ha podido utilizarlo todo lo que ha querido. Es por eso que la defensa la mayoría de las veces ha debido improvisar con jugadores que, quizá, no brindan las mismas garantías como Mena o Aceval. Por otro lado, el colombiano Andrés González ya no es el "queso" de principios de año. Por allá por enero o febrero el hombre no daba una, era inseguro con la pelota, no sabía pararse bien en la cancha y su principal potencial -el juego aéreo- no sabía explotarlo. Meses después es fijo en la titular gracias a su rápidez en los cruces, su excelente juego aéreo y su tendencia a no complicarse tanto la vida y reventar cuando se debe. Si de mí depende Colo-Colo debiera comprar su pase y "pulirlo" un año o un año y medio más ya que tiene condiciones de sobra. David Henríquez es por todos sabido que no posee técnica ni habilidad para compararlo con "Don Elías", pero su rudeza, su aplicación y liderazgo suplen con creces sus ripios futbolísticos.

Así, gracias a estos elementos el día de hoy puede ser histórico. Colo-Colo y el fútbol chileno están a un paso de acceder a una nueva final internacional. La última fue en 1993, con la UC del "Nacho" Prieto, Sergio Vásquez, Almada, Lunari y Oscar Wirth. De pasar a la final el Cacique estaría cerca de obtener su cuarta corona internacional, reinsertarse definitivamente en el ámbito exterior y dar un espaldarazo a este fútbol que quiere comenzar a tejer un poncho nuevo para vestirse mejor. Depende del Bichi y sus boys. ¿Lo lograrán?

Esta noche lo sabremos.

Thursday, November 02, 2006

Goles son amores y no...

Un nuevo clásico vivímos los fanáticos del fútbol el pasado domingo en el estadio Monumental "Davíd Arellano". Y como siempre los duelos entre Colo-Colo y la "U" tuvieron de todo: goles, polémicas, discusiones y tensión en las gradas. Faltaron los expulsados, pero tranqui, tranqui. Para otra vez será.

Analizar lo que pasó en Pedreros, triunfo albo de 4-2, deberá tener a lo menos tres consideraciones. Partimos.

Juego de equilibrios.
Lo que se vió en el pasto colocolino hasta bien entrado el segundo tiempo fue un juego de equilibrios, de una "paz armada" descansando en el evidente desgaste que está sintiendo Colo-Colo y en el exceso de temor azul por ir al frente. El primer tiempo de Colo-Colo fue muy flojo, con Matías Fernández perdido entre su propia ineficiencia y la marca atosigante de los volantes universitarios. En esa primera etapa sólo Alexis Sánchez y Humberto Suazo, autor de un golazo, estuvieron realmente en su nivel. Eso sí: Matigol salvó la plata con una habilitación de lujo para el "Chupete" Goleador.

Por el lado de la visita se notaba el nerviosismo. La "U", que en el resúmen se vio mejor en la primera mitad, no supo o no quiso intentar más allá de lo "recomendable". Se veían más enteros los azules, pero su temor y una cierta falta de elaboración futbolística en el medio terreno les jugaron en contra. Puntos aparte para Rodrigo Valenzuela y Marcelo Salas. Mientras el ex hombre de Unión Española y el América de México se transforma partido a partido en el conductor azul, el "Matador" mostró toda su calidad repartiendo juego y anotando un golazo. De los suyos. 1-1 y a descansar.

Los goles se hacen...
Comenzando el segundo tiempo parecía que la cosa seguía igual. Colo-Colo confundido y la "U", con complicaciones, trataba de hacer algo. Lo tuvo el aregentino ex San Lorenzo de Almagro Rodrigo Astudillo en plena área chica colocolina, pero pifió su remate.
















A gol perdido, gol anotado. Y es en este momento en que el duelo tiene su punto clave. Más allá de la publicitada lesión y salida de Marcelo Salas lo realmente trascendental en el duelo dominical fueron los dos goles que Colo-Colo anotó en dos minutos y que sellaron el partido. Tal como se lo comenté a mi hermano en la galería Tucapel de la Ruca, hay una diferencia fundamental entre un buen equipo y un equipo con categoría. El equipo bueno es la "U", el equipo con categoría es mi Colo-Colo. Los azules tuvieron fútbol, llegadas y un Marcelo Salas que sigue dando clase; pero tuvieron dos errores gravísimos en defensa: En el gol de Alexis Sánchez la pierde el lateral Rodrigo Jara cuando el equipo va saliendo. Alvaro Ormeño, que pasa por un gran momento, presiona la salida, le arrebata el balón al azul y habilita a Sánchez que pone en ventaja al Cacique. En la pepa de Ormeño la pierde Gioino -hablar mucho pasa la cuenta a veces, ¿verdad, Sergio?- cuando parten los azules y luego de un parque de diversiones de Gonzalo Fierro a Marcelo Díaz -otro boquita floja- Ormeño anota sin marca. Creo que la diferencia pasó por estos dos detalles, ya que si bien Colo-Colo no hizo un buen partido, fue capaz de aprovechar los errores del rival, anotar, asegurar el chancho y no volver a cometer los errores defensivos del primer tiempo, donde Miguel Riffo estuvo irreconocible. En la "U" no sirvió de nada hacer un correcto partido hasta ese momento, ya que no puedes cometer esos errores frente a un rival como Colo-Colo. Ahí estuvo la diferencia.

El factor "Salas"
Decir que la "U" depende de Marcelo Salas puede discutirse. Lo cierto es que en el clásico su ausencia se notó. Algunos hinchas azules dirán que ganamos porque él debió salir, pero lo concreto es que no puedes dejar que un jugador con el físico endeble, más allá de su indudable calidad, termine armando el juego y echándose el equipo al hombro. Luego de su salida, y del 4-1 de Colo-Colo, la "U" era un flancito, un edificio a punto de derrumbarse con el más débil soplido. Un equipo que aspira a cosas de importancia no puede darse esos lujos.

Artillería pesada.
"Chupete" Suazo y Alexis Sánchez se convirtieron en los héroes de Colo-Colo. Ante el bajo nivel de Matías Fernández, que ha sentido el peso de la campaña, ambos delanteros vivieron una jornada de gloria. En los momentos precisos anotaron los goles del "Popular" aprovechando los errores del rival y también los méritos propios. Porque Suazo vive con el arco en la mente. Porque Alexis corre toda la cancha y va tras todos los balones. Eso acompañado por un equipo que al fin despertó y por los cambios de Borghi. La defensa se afirmó, con Riffo como en sus tardes más conocidas. Meléndez y Sanhueza, después de un inicio tibio, lograron adueñarse del medioterreno. Matías despertó con timidez, pero se dió mañana de inventar un par de trucos, y Ormeño las hacía todas por su banda. Fierro, que entró en el segundo tiempo, le dio frescura y profundidad a su sector, ante la pasividad de los laterales visitantes.

Así, no extrañó que Colo-Colo terminara poco menos que bailando a una Universidad de Chile que, más allá del segundo descuento de Figueroa, careció de la calidad, contundencia y efectividad de un Colo-Colo que, sin realizar un gran partido, demostró su categoría.

Porque para ganar cosas no se necesita solamente ser un buen equipo, como indudablemente es la "U", sino que se requiere la calidad que distingue a los realmente mejores. Y en estos días, señores, le duela a quién le duela, en Chile la categoría y la calidad tienen un sólo nombre: Colo-Colo.

Salúd, Cacique!!

Wednesday, October 25, 2006

Cuestionario de Proust

¿Qué olor te lleva a la infancia?
El de la leche cociéndose. Lo que pasa es que mi mamá me daba leche cocida todas las tardes mientras veía los Thundercats o los Transformers. Siempre que siento ese olor recuerdo esas tardes que constituían el límite entre la hora de almuerzo y la del "callejeo", como dice mi madre.

¿Con qué elemento de la modernidad te ha costado más acostumbrarte?
Con los computadores. Más que por falta de inteligencia por desidia. No les tengo mucha simpatía, por eso sólo me manejo con lo básico.

¿De qué manera se manifiesta más claramente tu ego?
No tengo mucho ego, pero es inevitable cuando me halagan por algo que haya dicho o hecho.

¿Qué valvulas de escape te dejas para no reventar?
Tratar de restarle importancia al tema pensando que hay otras cosas por las que vale la pena enojarme. Pero no me caracterizo por ser muy paciente que digamos.

¿Qué te desarma?
La impotencia de no poder resolver algunas cosas aunque yo quisiera. Me revienta las pelotas no poder hacer nada a veces.

¿Qué persona o personaje te aburre más?
Los magistrados de la suprema y los pasteles de la farándula.

¿Qué cosas que se han dicho sobre tí te han causado más gracia?
Que me digan que soy intolerante. Los mismos que me lo dicen son los reyes. Además, me dió mucha risa cuando un tipo, una vez que discutíamos sobre el conflicto árabe-israelí, para rebatirme abrió con la frase "si leyeras algo de historia..." Hizo el ridículo gratis.

¿Qué cosas haces más rapido en la vida?
Comer. No me tardo más de 10 minutos.

¿Qué cosa te toma más tiempo en hacer?
Confiar, sobre todo en las mujeres.

¿Algún objeto de casa del que por ningún motivo te desprenderías?
Mis libros y mis discos de música

¿Cuál fue la última película con la que lloraste?
No recuerdo haberlo hecho, aunque The Wall, de Pink Floyd la encontré impresionante la primera vez que la ví. Pero era un péndex.

¿Qué es lo primero que haces cuando te levantas en la mañana?
Bañarme bien bañadito. Sin bañarme no funciono.

¿Quiénes son tus escritores favoritos?
No soy muy de tener libros o escritores favoritos, pero te nombro a Zola, Dostoievsky, Charles Baudelaire, Nicanor Parra, Neruda y Eric Hobsbawm.

¿Con qué defecto tuyo has sido más persistente?
Con tres: Mi mal genio, lo celoso y mi baja autoestima. Los dos primeros están bien corregidos, pero con el último no hayo qué hacer.

¿Cuál es el defecto que deploras más en otros?
La cobardía. No ser capaz de decir las cosas a la cara y armar berrinche a espaldas tuyas y pelarte. Lo otro, lo "políticamente correcto". Odio a esos tipos.

¿Cuál ha sido tu error más grave?
Ser demasiado honesto y confiado. Ahora me doy cuenta de que a la gente hay que mantenerla a distancia y que debo ser más pragmático en mis cosas.

¿Cuál es tu lema?
No soy mucho de lemas, pero me quedo con la frase "El ignorante afirma; el sabio duda y reflexiona", de Aristóteles.

¿Cuál es tu idea de la felicidad perfecta?
Que simplemente no existe. No creo en la felicidad perfecta. Creo que el ser humano ha alimentado a lo largo de la historia el mito de la felicidad perfecta como un ideal a alcanzar para consolarse de las penurias, injusticias y boludos que pueblan este mundo.

¿Cuál es tu mayor miedo?
Ser un fracaso y perder mi inteligencia.

¿Con qué figura histórica te identificas?
Con ninguna.

¿En qué ocasiones mientes?
Miento, pero trato de no hacerlo. En todo caso depende de la ocasión.

¿Qué talento desearías tener?
La paciencia y tesón de mi viejo.

¿Dónde te gustaría vivir?
En un lugar modesto, tranquilo, donde pueda leer, escuchar mi música y hacerle el amor todos los días a la mujer amada.

¿Cuál es tu pasatiempo favorito?
Leer, escuchar música y fútbol, fútbol, fútbol. Tomar, también.

¿Cuál ha sido tu mayor atrevimiento en la vida?
Haber tenido el valor para terminar con mi ex novia a pesar de que aún en ese momento la amaba.

¿Qué es lo que más te disgusta de tu apariencia?
Mi barriga. Doy la impresión de que paso comiendo y echado como plasta, pero en realidad es por mi metabolismo.

¿Qué es de lo que más te arrepientes?
De haber amado tanto a una mujer. Nunca hay que enamorarse hasta las patas.

¿Cuál es tu idea de la muerte?
Que te mueres y ya. No creo en eso de que hay vida después de la muerte, eso es sólo un bálsamo para que soportemos toda la mierda del mundo de mejor forma.

¿Qué no perdonarías?
Muchas cosas, sobre todo la traición. No me siento capaz de perdonar eso.

¿Qué te hace reír?
Los chistes. También me hacen reír los hinchas de la "U" que creen que tienen más seguidores que Colo-Colo, jajajaja. Me dan risa los cuicos botados a rojos que hablan de revolución y "muerte al capitalismo"... son los más rebeldes porque saben que después papito o mamita les darán pega.

También me da risa la derecha que todavía defiende "la obra del general Pinochet". Claro, para ellos es un mérito haber barrido con la economía nacional y dejar al país con un 70% de pobres a mediados de los '80. Eso son mecionar lo de los derechos humanos...

¿Qué te hace llorar?
La impotencia de no poder resolver algunas cosas, de mí o del mundo que me rodea. No me hace llorar de pena, pero sí de rabia toda la injusticia de este mundo. Es algo que me carcome las vísceras. También me hace llorar mi soledad.

¿En qué no crees?
En varias cosas: En dios, en el diablo, en la brujería, en los horóscopos, en la vida después de la muerte, en la reencarnación, en la pachamama, en las supersticiones, en las cábalas... En fin, trato de ser racional.

¿Cuál es un buen insulto para tí?
Cualquiera que hiera el ego. Ahi, matas a tu oponente.









Sunday, October 22, 2006

Matigol, Matigol!!

Suceso, fenómeno, mostruo, ídolo... En fin, sobran las palabras para referirse al hombre del momento, al jugador que encarna todas las esperanzas del fútbol chileno, no sólo de su club sino de millones de compatriotas que empiezan a pensar en un nuevo y feliz amanecer para el fútbol de este lado del mundo. Matías Fernández se llama el nuevo genio del fútbol chileno y a partir de enero su nombre y su magia estarán al servicio del Villarreal de Pellegrini.

Hablar del Mati es, hasta cierto punto, un lugar común. Creo que está más que claro cómo juega, sus virtudes con el balón, cómo se para en la cancha y esas cosas. El hecho de poder compartir camarín con jugadores como Jorge Valdivia, Humberto Suazo, Arturo Sanhueza y Gonzalo Fierro es un plus que ayuda a cualquiera aunque el Mati ha sabido ganarse un puesto con personalidady talento.

El primer partido que le ví a Mati fue justamente en su debut, por allá por 2004. Colo-Colo jugó con la Universidad de Concepción. La verdad en un primer momento no me impresionó mucho. Me dije "a este cabro y al otro de allá hay que verlos jugar más, darles paciencia". El otro muchacho era Fernando Meneses, hoy en O'Higgins.

De Matías yo tenía ciertas referencias desde el 2003, pero como delantero. Sabía que en los entrenamientos y en las juveniles era uno de los destacados, aunque jamás imaginé el tremendo crack que gozaríamos en breve. Ese partido no pasó a la historia para muchos, de hecho el Albo perdió 0-2, pero sirvió para que el genio comenzara su largo camino a la idolatría.

Frente a la "U"
Matías se daría a conocer en propiedad en un torneo organizado por Don Choco para la disputa de la Copa Sudamericana. Se enfrentaban equipos de primera contra conjuntos del ascenso en cancha del equipo de la "B". Al Cacique le tocó con Ovalle y, cuando no, Ricardo Dabrowsky mandó un equipo de alternativa para enfrentar a los muchachos del Limarí. Grande fue la sorpresa cuando promediando el primer tiempo al Colo ya le habían metido tres pepas. La reacción del Popular la encabezó justamente Matías, que puso el primer descuento. Era su primer gol oficial de Matías por Colo-Colo. Al final, y a pesar del empate transitorio, el Colo igual perdió por 4-3.

Sin embargo, su estreno frente al gran público fue contra la mismísima Universidad de Chile. El Cacique ganó 1-0 a los azules, con gol de Riffo, en una fría tarde de julio de 2004, en la memorable actuación del ya mítico "Carucha" Fernández. Matías ingresó en los últimos minutos y su actuación no tuvo mayor relevancia... aquélla vez.

Siete días tuvieron que pasar para que el "Niño Genio" inscribiera su candidatura como uno de los más grandes del fútbol chileno. Mauricio Donoso se lesionó justo antes del partido con Cobresal, en el Monumental, y Matías tuvo que sustituírlo. Las dudas sobre si se la podría o no tuvieron contundente respuesta: Dos golazos del Mati para la goleada Alba de 4-0 sobre los nortinos.

A partir de ahí nada sería igual. Fernández se ganaría la titularidad a golpe de talento que, para desgracia de los hinchas de Colo-Colo, no tendría la compañía ideal por aquéllos días. Espina se había retirado hacía poco, Donoso era más liviano que un wantán y el resto... mejor no hablemos.
Todo cambiaría en 2005. Más allá de lo que podamos opinar de "Blanco y Negro" la reestructuración del plantel y la madurez de Matías lo fueron poco a poco convirtiendo en un jugador de clase y categoría. La llegada de Jorge Valdivia, a mediados de 2005, aportó mucho a su desarrollo y definición de un estilo propio en la cancha. Luego, la llegada de Borghi haría que Fernández se consolidara definitivamente en Colo-Colo, con un título en el bolsillo, actuaciones descollantes y un promisorio futuro en la selección.

Los "peros"
Hace unos días ví una columna de Juan Cristóbal Guarello en "El Mercurio" en que advertía, con argumentos, que quizá el Mati no estaba aún preparado para el gran salto. Como ejemplos puso a gente como Rozental, Pinilla y otros baluartes de la mala cue del fútbol de este lado. Sin embargo, creo que esta vez Guarello no tiene toda la razón. El hecho de que el Mati se vaya joven en su caso particular no tiene mucha trascendencia. Es cierto que no ha recibido muchas patadas en un fútbol que casi no marca, pero por otro lado lleva dos años jugando partidos completos y ya no se cansa como antes. Desde ese punto de vista, lo de Fernández habla de una madurez física que lo hace apto para enfrentar otro tipo de fútbol. Además, si fuera por eso todos los chilenos fracasarían en el extranjero porque están acostumbrados a las libertades de nuestros defensas...

Por otro lado creo, humildemente, que estamos ante un jugador distinto. Los que aún no se dan cuenta de lo que esto significa tendrán que tomar en consideración que Matías es un tipo que tiene una personalidad diferente, irreverente en la cancha, encarador, corajudo (se dan cuenta cómo pelea la pelota cuándo no la tiene???), y extraordinariemente inteligente para crear jugadas. No tiene problemas de conducta, de farándula, de adaptación... En fin, es más que un gran jugador un hombre diferente, una personalidad distinta que Pinilla (por favor!!) nunca ha tenido y que Rozental jamás consolidó. Ese es el principal capital de un jugador "condenado" a convertirse en uno de los deportistas más importantes de nuestra historia.

Ídolo de ídolos eres, Matías. De tí depende que no sólo los colocolinos te queramos y te prendamos velitas. Pero estoy seguro que triunfarás, que serás un grande como "Cua Cua", Chamaco, Caszely, Leonel, o Elías. Estoy seguro que no me equivocaré.

Y estoy seguro que algún dia volverás a este Colo-Colo que nunca te olvidará.
GRANDE MAESTRO!!!

Friday, September 22, 2006

Callejero por derecho propio, filosofía de la libertad

“Era callejero por derecho propio;
su filosofía de la libertad
fue ganar la suya sin atar a otros
y sobre los otros no pasar jamás...”

“Aunque fue de todos nunca tuvo dueño
que condicionara su razón de ser;
libre como el viento era nuestro perro,
nuestro y de la calle que lo vio nacer...”

“Era un callejero con el sol a cuestas,
fiel a su destino y a su parecer,
sin tener horario para hacer la siesta
ni rendirle cuentas al amanecer...”

“Era nuestro perro y era la ternura,
esa que perdemos cada día más;
y era una metáfora de la aventura,
que en el diccionario no se puede hallar...”

“Digo nuestro perro porque lo que amamos
lo consideramos nuestra propiedad;
y era de los niños y del viejo Pablo,
a quien rescataba de su soledad...”

“Era un callejero y era el personaje
de la puerta abierta en cualquier hogar;
y era en nuestro barrio como del paisaje:
el sereno, el cura y todos los demás...”

“Era el callejero de las cosas bellas
y se fue con ellas cuando se marchó;
se bebió de golpe todas las estrellas,
se quedó dormido y ya no despertó...”

“Nos dejó el espacio como testamento,
lleno de nostalgia, lleno de emoción;
vaga su recuerdo por los sentimientos
para derramarlos en esta canción...”

Alberto Cortés



Recordando que hace unos días atrás Chile celebró su día nacional -no su independencia como erróneamente se cree- me dí en el trabajo de reparar en los símbolos que se crearon para crear eso tan artificial como nocivo que algunos llaman nacionalidad, chilenidad o sentimiento patrio. Me preguntaba si era lógico el tema, si tenía algún asidero y si, en último término, valía la pena tanta pompa y color.

En ese trance recordé algo que dije hace algunos años atrás a un gran amigo mío en uno de los tantos carretes de mi época en Historia. "El huemul, a quien no tengo nada que reprochar, debe salir cagando del escudo. En su lugar debe estar el quiltro callejero". Mi interlocutor estalló a carcajadas, mientras yo, con mirada socarrona y solemne, de esas que sólo ponen los beodos de tomo y lomo, enorgullecido bendecía tamaña sentencia.

A la hora de recordar que somos, que tenemos de auténtico, el perro callejero no puede salir de nuestras antenas. Creo que si la chilenidad existe no hay nada más propio, más nuestro, que esos nobles animales que simbolizan en gran medida lo que somos, eso sí, de forma indirecta. Nos recuerdan a cada rato que no es necesario tenerlo todo para ser libre, para ser feliz. Viven a sus anchas, comen lo que venga sin más y no dependen del dinero para el amor o la diversión. Su palabra es ley, no tienen complejos ni prejuicios y viven así hasta que el tiempo les señale su hora. Por otro lado, son la manifestación más clara de nuestra hipocresía, de nuestra suciedad como seres humanos. En Chile hay miles, millones de perros callejeros y la gran mayoría de ellos sufrieron el abandono de sus amables "dueños" y "protectores", quienes en un acto de suma grandeza les conminaron a vivir en una libertad obligatoria, poblando el suelo patrio de estos indefensos mamíferos que sólo nos entregan su felicidad y fidelidad. Fidelidad que tanto abunda entre nos, ¿verdad?

El perro callejero es parte de nosotros. Es amigo, guardián, compañero de juegos (y juergas), dueño de algunos de nuestros secretillos y parte de nuestras vidas. Pero además es símbolo de ese Chile que no se ve, el de la picardía, el humor, la soledad, la tristeza, la sobreviviencia a cualquier precio, la carrera constante frente a la persecución, a la represión, a la muerte. Es símbolo de ese Chile humilde, que come poco, que duerme mal, pero que ama con todo el corazón aunque arrecie la tormenta. Es ese Chile de adentro, que no cabe en ningún tipo de indicador macroeconómico o ránking de competitividad.

Ahora que lo pienso creo que es mejor que el quiltro de la calle no esté en el escudo. Por una razón muy simple: el escudo es un símbolo hecho entre cuatro paredes, por cuatro personas, para contribuir a la dominación de los sectores populares en eso que llaman "nacionalidad". El perro callejero es, por su parte, un símbolo espontáneo y puro de nuestro Chile entrañable.